Página parcial de ‘Relación de las Cosas de Yucatán’ del Obispo Diego de Landa
donde describe el alfabeto Maya
Lo poco que sabemos sobre la vida de los Mayas es a través del Obispo católico Diego de Landa, un misionero español de la Orden Franciscana que en 1566 en Yucatán, logró rescatar varios documentos y los tradujo al español como “Relación de las cosas de Yucatán”, un libro considerado ahora una “obra maestra etnográfica”.
Por otro lado, en 1550, Fray Francisco Ximénez también logró rescatar varios documentos entre estos el texto sagrado Popol Vuh, que en español significa ‘Libro del Consejo’, que, similar a la Biblia Cristiana, el Popol Vuh narra una recopilación de históricas del pueblo Maya k’iche’ (Quiché), que incluye la creación humana, las hazañas de los héroes gemelos Hunahpú e Xbalanqué y la crónica de la civilización.
Los Mayas estaban centrados en un territorio geográfico que cubría toda la Península de Yucatán y la actual Guatemala; Belice y partes de los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas; y la parte occidental de Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Los Mayas alcanzaron su apogeo durante el Período Clásico de la civilización desde los años 250 al 900 d. C., y fue aquí donde construyeron grandes ciudades y monumentos que han fascinado a los exploradores y eruditos de la región hasta el día de hoy.
La Civilización Maya logró alcanzar muchos avances, a pesar de estar solos, sin las ventajas del intercambio intelectual y cultural del que se beneficiaron las civilizaciones del viejo mundo y sobre todo en Europa.